Lucy Vilte, dueña del Ecohotel “Posta de Purmamarca”, en la Provincia de Jujuy, Argentina, nos cuenta sobre ecoturismo

¿Por qué es importante que cambiemos el turismo?
¿Qué es el turismo sostenible? ¿Cuál es la diferencia con el turismo “convencional”?
El turismo sostenible es disfrutar del lugar y aportar al bienestar a la comunidad, sin comprometer el desarrollo sostenible del lugar a futuro, así los turistas de las próximas generaciones pueden disfrutarse tal cual como nosotros
Al contrario, el turismo convencional, muchas veces no toma las medidas necesarias para proteger a los lugares, porque no tienen en cuenta los impactos socioambientales que tiene el turismo. El turismo de masas por ejemplo no va bien con el turismo sostenible porque cuando hay muchas personas, no hay control y tampoco hay espacio ilimitado y el único objetivo del turismo de masas es, como ya indica el nombre: buscar las masas. Eso impactó mucho, no solo al medioambiente sino también a la comunidad local. Por ejemplo puede faltar agua. Entonces a veces la única medida que se puede tomar es la limitación de turistas.
¿El turismo no es siempre perjudicial? Por ejemplo, si me voy de vacaciones en avión, esto ya no es sostenible.
El tema de la sostenibilidad es muy difícil. Hay muchas contradicciones. Por eso siempre hay que hacer compromisos. En Argentina, por ejemplo, hay muy poco algodón orgánico. Pero si quiero invertir en una moda más sostenible, tendré que aceptar que venga de más lejos. Por lo tanto, este es un compromiso que tengo que asumir para vivir de forma más sostenible en otro lugar. Lo mismo ocurre con el turismo. Siempre tenemos que gestionar el equilibrio. A veces, también solo es elegir lo menos malo. Pero cuándo uno empieza a pensar en estas cosas, ya se dió el primer paso. Primero hay que enfrentarse a los temas. Crear consciencia.
¿Por qué es importante que cambiemos el turismo?
Porque el turismo en general es importante porque puede ayudar a construir paz. Cuando uno empieza a conocer otra cultura, otra gente, empieza a derribar prejuicios o preconceptos que tenía y eso construye paz. Pero este turismo tiene que aportar al desarrollo sostenible de los lugares. Las comunidades pueden ganar con el turismo porque da trabajo a la gente y también refuerza la economía de los lugares y aumenta el estándar de vida. Entonces, un turismo bien gestionado es un motivo del desarrollo sostenible. Cuando el turismo se sale de control, puede ocurrir exactamente lo contrario. En Venecia, por ejemplo, hay un grupo de personas que han desarrollado un odio hacia los turistas. Porque son demasiados y algunos no son respetuosos con el lugar.
¿Qué implica un hotel sostenible?
Como siempre, hay que empezar con pequeños pasos vinculados a la concientización. Después se puede empezar con acciones más concretas, por ejemplo la separación de residuos y su procesamiento, el tema del agua (el ahorro), la electricidad, la energía (cómo hacer más eficiente el uso de energía), ofrecer comida vegetariana o vegana, elegir proveedores que comparten la misma actitud. Entonces hay que pensar en todas las acciones. Pero también hay que tener otras cosas en cuanto, como la construcción. La bioconstrucción, con materiales locales, por ejemplo pintura ecológica, calefacción solar, techos verdes, elegir plantas locales que contribuyan a la biodiversidad y construir un hotel totalmente accesible para personas con discapacidad. Siempre hay una reflexión. Nada se hace sin pensar y siempre hay desafíos para mejorar.
¿Hay sellos que identifiquen al hotel sostenible?
Sí. Pero no son del gobierno. La Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina, hace 10 años, diseñó un programa que etiqueta a hoteles verdes. Se puede certificar en tres niveles diferentes: bronce, plata y oro. Pero el problema es que las certificaciones son muy caras y no se valoran tanto. Sin embargo, no se pueden comprar tan fácilmente. Antes de recibir la certificación, los hoteles tienen que enviar muchos documentos diferentes y viene un consultor de la organización para controlarlo. Un problema es que para hoteles más pequeños es más difícil que para cadenas de hoteles grandes. Entonces, con todo ese dinero que hay que pagar por las certificaciones, también se podría invertir directamente en proyectos sociales y ambientales.
¿Son más caros los hoteles sostenibles? ¿Cómo hacer posible el turismo sostenible también para las personas con menos dinero?
En muchos casos, sí, porque trabajan e invierten más en las cosas sostenibles. Entonces, al subir el precio también permite a la gente valorar más el lugar y el medioambiente.
Por supuesto también hay ofertas para gente con menos dinero. Por ejemplo, el turismo rural se hizo muy famoso a nivel mundial en los últimos años. Vivir en una casa de una familia en el campo muchas veces sale más barato. Y además permite a las personas apoyar a las familias y así contribuir a la comunidad local lo que también es sostenible. Pero hay que saber buscar bien.
¿Qué iniciativas hay para fomentar el turismo sostenible? Privadas o del gobierno.
Lamentablemente se habla mucho, pero se hace poco. Lucy Vilte, por ejemplo, da muchas charlas sobre la sostenibilidad y su propio ecohotel para ayudar a otros hoteleros, y se hizo muy famoso en el sector de hoteleros en general, pero nunca la contactó el gobierno. O cuando viene gente importante, nunca la llevan a hoteles verdes sino a hoteles de lujo. Generalmente hay un interés creciente en los emprendedores de hacer las cosas cada vez mejor, pero, por supuesto, también actúan con un interés propio y económico.
¿Cómo puedo ser una turista sustentable? ¿Qué puedo hacer en cuanto a la reserva de un hotel? ¿Qué más puedo hacer?
En primer lugar, elegir proveedores sustentables, como los hoteles o hacer turismo rural comunitario. No hacer estos tours de un día solo para haber estado en los lugares y para sacar fotos, dónde no conozco a la cultura. Elegir lugares en donde la comida y los otros productos sean locales, así cuando vengas a un mercado de artesanías realmente recibes souvenirs locales y no “made in china”. Como consumidores tenemos un gran poder porque nosotros podemos elegir a apoyar a los que de verdad apoyan el desarrollo sostenible local. Además cuentan los hábitos que uno tiene. De educación, de respeto y actuar reflexivamente, como no bañarse por tanto tiempo en lugares donde no hay mucha agua.
¿Tienes más consejos para vivir más sustentable?
Consumir y comprar productos orgánicos y locales, comidas, artesanías y ropa, por ejemplo. Reducir el uso de residuos como el plástico a llevar su propia bolsa de tela. Si uno elige una vida sostenible hay que pensar en todos los ámbitos que hay. Entonces, poco a poco se pueden establecer hábitos sostenibles en todos los ámbitos de la vida. Como parientes, empresarios, ciudadanos o amigos. Hay que ser coherente.
Por: Pauline Fessen, voluntaria de Green Drinks Córdoba, proveniente de Alemania